Drew Barrymore, la Josie -Asquerosi- Geller de Nunca me han besado, la niña de E.T que esniaba pegamento con 5 años y se hizo adicta a la cocaína, se ha puesto detrás de la cámara por segunda vez para dirigir a Ellen Page (Juno, Hard Candy) en una película sobre chicas patinadoras adictas al punk rock, o lo que comúnmente se conoce como las Roller Derby Girls.Recién estrenada en Estados Unidos y a poco más de un mes para que se estrene en España, el nuevo proyecto de la Barrymore cuenta con una banda sonora de esas de quitarse el sombrero, y ya que no he visto la película, qué menos que reivindicarla por los temazos que contiene su banda sonora. 19 cortes de punk, rock and roll, electrónica, garage y un sin fin de estilos que bien seguro casan a la perfección con los porrazos y las carreras sobre patines que se marcan sus tatuadas protagonistas. El electro rock de los Black Gloves se da de hostias con el dance hip-hop de The Go! Team, el beat punk de The Ettes, el pop barroco del sueco Jens Lekman y el indie-pop de Tilly and the Wall. Si ahora mismo no os suenan ni por asomo los nombres acabáis de leer (no sabéis lo que os perdéis), pensáis que soy una exagerada y no os interesa en absoluto lo que estáis leyendo, preparaos para que os peten los oídos The Ramones, The Breeders o The Raveonettes, con mención especial para el mejor tema del disco "Jolene" de Dolly Parton. Y en el trailer suena "Pork and Beans" de Weezer, pero yo no me lo creo.
Ante tal despliegue de artistas insuperables (si me mete a los Misfits ya me da algo) no me queda más remedio que hacer gala de uno de mis mayores defectos y desconfiar como una cabrona. Y es que una elección de los temas tan acertada me hace barajar diversas posibilidades. O la Barrymore tiene un gusto musical exquisito, cosa que no dudo después de enterarme de que es fan acérrima de The Beach Boys y The Beatles, o simplemente ha tirado de temazos de la vida y nuevos himnos generacionales para meterse en el bolsillo a todo aquel al que le guste un poco la música, siguiendo la misma estrategia que Wes Anderson en The Darjeeling Limited: peli regulera con banda sonora acojonante, o lo que es lo mismo, "voy a tirar de los Kinks que ahora vuelve lo vintage".
Sea como fuere yo me quito el sombrero y empiezo a contar los días que faltan para el 18 de dicimebre, no para ver la película, sino para pegarme unos bailoteos en el cine cuando se estrene Whip it!.
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