martes, 14 de abril de 2009

- Reir -

Cuando ronca levanta el labio.
Cae en un segundo,
Duerme casi por instinto.
Tiene los dientes rotos
Como botones con los ojales gastados.
Las orejas membranosas
Y separadas de la cabeza.
La mandíbula dura,
Llena de huesos metálicos.
Los ojos licuados con pestañas
De parabrisas.
Y lágrimas cerradas como cementerios.

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